sábado, diciembre 31, 2005

secuestrada por un ovni

El momento lo amerita. Hay que escapar del ruido ambiente si se quiere acceder a las profundidades. Llega el primer compañero: par de audífonos.
Y ahí está ella, la siguiente invitada, como siempre dispuesta. Entre la cama y el escritorio, llena de polvo, sin la tapa en la casetera porque alguna vez se cayó y ya nunca volvió a su lugar, ya ni siquiera existe. Y ella sabe que, a pesar de la tecnología, en los momentos clave será ella la elegida.
Enchufe y power on. Conectar los audífonos es entrar en otra dimensión...la música, la próxima invitada. Ya todo está listo. De una vez por todas hay que instalarse en el asiento del piloto, cerrar los ojos y viajar en este ovni por el camino de los últimos días.
Increíble. En aproximadamente dos semanas habían pasado tantas cosas y con tan diversos personajes. Cada día ha estado lleno de grandes sorpresas, y cuando parece que las réplicas del terremoto inicial acabarían...PAF! cae un meteorito plutónico y todo se conecta de una extraña manera con lo antes acontecido, haciendo del sentido un completo sin-sentido. Que contradicción.
Y la revolución ha alcanzado hasta los lugares más combatientes. Ningún lugar ha quedado a salvo. De pronto, un rayo fulminante llena de luz la nave cósmica que posibilita el viaje: no se trata de los últimos días, ha sido todo un año; claro, es el año del gallo, el rey que revoluciona el gallinero. Sin querer se llega a los lugares comunes.
Todo lo que en los últimos días se ha recorrido es el clímax de los pequeños movimientos telúricos que se han sentido durante meses y que hoy no hacen más que sumarse para transformarse en un gran estallido.
Y lo ¿principal?, lo que hoy es figura: la historia que vuelve a comenzar.
¡NO, NO ES QUE VUELVA A COMENZAR!
Es evidente, los personajes ya no son los mismos.
En algún momento iban de una extraña y desconfigurada manera caminando por el mismo secreto camino.
En otro momento comenzaron a andar por vías distintas, estando aún cerca. Secretamente cerca.
Y en el supuesto final, los caminos chocaron y ese choque provocó que volaran hacia lugares completamente apartados. Ya ni siquiera había material para el secreto. Y supuestamente los caminos no volverían a juntarse. Supuestamente ya no había nada en común.
Pero los caminos intergalácticos siempre nos enrostran que son absolutamente desconocidos. Las naves espaciales muchas veces toman su propio rumbo si el piloto lo permite. No es fácil permitirlo, la sensación de incertidumbre, de estar expuesto al peligro, lanzarse al vacío...
Y vaya que ocurren cosas cuando la nave se dispara sola a recorrer el espacio lunar.
La historia no vuelve a comenzar. Es otra. Son otros personajes que al parecer quieren conocerse. Quizás re-conocerse.
Naves espaciales renovadas se han encontrado. ¿Hacia donde irán? ¿Viajarán por el mismo camino o tomarán otros distintos? ¿Qué pasará con las otras naves circundantes?
Por lo menos hay algo claro: ya no cabe el secreto. Por lo menos TAN secreto.

jueves, diciembre 29, 2005

Desbarajuste tecnológico

No sé que ocurrió, pero este blog se desconfiguró y lo que escribo ya no sale a la derecha de los links, el profile y esas cosas sino abajo, al final, final.
A la orilla derecha todo se ha vuelto un espacio negro lleno de puntos de colores pasteles.
Creo que es la forma que tiene este sitio de exigir un fashion emergency.
Respondiendo a su necesidad, pronto (espero) será enchulado.

miércoles, diciembre 28, 2005

Día para recordar...

- Ya, me voy a levantar porque tengo que ir a la escuela, hablamos después
- Bueno, cuídese y abrígese porque hace frío
- ¿En serio? ... (muevo un poco la cortina, veo que está maravillosamente nublado) ...que ricooo...gracias por avisarme...
Y salí...con chaleco puesto.
Me encantan los días como hoy, en que no hace ni mucho frío ni mucho calor.
¿Términos medios? Mmmm...no. Es otra cosa.
De repente un día de esos en que caen los patos asados (como tanto me gusta decir) y en que lo más anhelado es tirarse al agua...ñami, ñami...muy rico!!!, especialmente si logras darte un chapuzón.
De repente uno de esos días en que las temperaturas bajan del cero y hay que salir bien, bien abrigadito, ojalá con pantys de lana, y que provoca tomar a cada rato un cafecito, es exquisito.
Lo que me gustó de hoy es que fue uno de esos días que rompen los esquemas. Un día como hoy no debió haber existido en esta época del año. Pero existió, y trajo el aire fresco tan anhelado en días de tanto calor.
Al final lo que me gusta no es que las cosas sean extremas, sino que vayan variando.
Cada una de las estaciones del año me encantan. Pero cuando están terminando ya estoy un poquito aburrida, quiero que llegue la siguiente.
Soy muy feliz cuando en épocas de frío se entromete un día de calor.
O como pasó ahora, en época de calor se coló un día frío. Fue rico ver el cielo nublado, imaginarse el frío que esperaba afuera, ponerse chaleco, salir y sentir el viento en la cara.
Abrir un libro de Benedetti al azar, sólo esperando que hable la poesía...y siempre es así, dice lo que tiene que decir, da en el clavo con lo que está ocurriendo. Aquí está:

Piedritas en la ventana

De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero hoy me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en su escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas

quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos

está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca

está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana

(Y mientras más la leo, más coincidencias encuentro)

(Y si usted es un lector atento y concentrado se dará cuenta de un detalle sobre la foto y este blog: es el mismo lugar, pero en otra fecha y en otras circunstancias. Puede ser interesante observar los contrastes)

(Dos frases para recordar: "lo que dije ese día era en serio"; "piénsalo bien, podrías darle alguna oportunidad". Y esto si que es raro, junto dos frases, dichas por distintas personas y sobre distintos temas...pero juntas arman otra cosa, sin ser esa la intención, quieren hacer creer que están hablando de lo mismo)

domingo, diciembre 25, 2005

La estrella número nueve

Jueves 22 de Diciembre de 2005

Llegué de Angostura, tiré la mochila en la cama, saqué la entrada, unas lucas para la micro y necesidades varias, el celular, las llaves y a correr...había que llegar lo más pronto posible porque de seguro estaría lleno y sería difícil entrar; además, a un partido como este hay que llegar temprano.

Rápidamente al metro; bajada estación Irarrazaval. Luego, paso más que apresurado a tomar la micro en Grecia, hay que ahorrar tiempo. Y cruzando la calle hacia la micro, un suceso no tan raro en mi día a día:

- Hola, ¿vas al estadio?
- Si
- Nosotras igual, ¿donde hay que tomar la micro?
- Ahí al frente, si quieren nos vamos juntas
- Ya, que buena ¿de qué equipo eres?
- De la Católica
- Nosotras igual, que buena, porque hemos visto puros chunchos
- ¿y de donde vienen?
- De Coihaique
- Uuuuu, que buena, que lejos!!! Yo también antes viajaba mucho a ver a la Cato, desde Conce
Y así...termino llegando al estadio con dos nuevas conocidas.

La bajada es en Grecia. Y aunque se trata del lado del enemigo, no hay tiempo (ni ganas) para dar la vuelta y entrar por Pedro de Valdivia. Además, no es primera vez que se hace la misma gracia. A pesar de las largas filas de chunchos, logramos pasar rápidamente: una de ellas estaba embarazada de dos meses, y aunque no se notaba, el sólo decirlo nos facilitó todo el camino. Después comentábamos lo fácil que es decir: -estoy embarazada- y que todos te crean y te dejen saltarte larguísimas filas de gente achicharrándose.

Y llegamos a la galería norte. Como siempre, ni me revisaron los pacos. Y entré a nuestro lado del templo...y el cuerpo se sentía más vivo que nunca: todo se contraía de la pura emoción de estar ahí, después de tanto tiempo y estando a sólo horas de alcanzar la gloria. Había ya muchísima gente y eran las 17:40...aún faltaba una hora y 20 minutos para el inicio del duelo y estaba casi lleno...esto era un buen presagio: seguro llenábamos.

Mientras pasaban los minutos, la tarea de rigor: encontrar la ubicación ideal entre los pocos espacios que quedaban. Y lo logramos, justo atrás del arco, pero en el medio, ni muy arriba ni muy abajo. Pero el cuerpo reclamaba algo más: encontrar el pasado, la historia que quizás nunca tendrá fin, que amenaza constantemente con acabarse, pero que de una u otra manera recuerda que el amor significa sin muerte, que no se termina, sólo se transforma.

Pero el pasado se hacía esquivo y no quería hacerse ver. Quizás aún no estaba y se postergaba la búsqueda. Y al retomarla más seriamente, eligiendo una posición más estratégica me vi buscando en los puntos clave, en los lugares históricamente posibles, y me di cuenta de cuanto tiempo ha pasado...y quizás ya nada es parecido, quizás ni siquiera quedan esos lugares y es necesario empezar a descubrir los puntos nuevos...La decisión entonces es dejar todo al azar, que sólo si el cosmos así lo quiere vuelvan los puntos a encontrarse en esta nueva espacialidad.


Ya falta menos, el estadio está más lleno y pronto empezará el partido. El equipo salió a la cancha a entrenar, pero aún falta la salida oficial. Y de pronto el cuerpo me empieza a recordar que sólo ha recibido un escueto desayuno...pero no hay espacio para ir a comprar algo, está demasiado lleno el estadio, moverse significaría perder la ubicación, el equipo puede salir en cualquier momento y no hay que perderse la salida que de seguro será estruendosa. La única opción viable era descansar un momento.

En esos minutos de descanso se mira desde arriba ese espacio por el que transita la gente, con la ilusión compartida de alcanzar la número nueve. Y todos son iguales, ningun rostro se hace especial. Y de pronto se enciende la alarma, hay una clave que indica que el pasado puede hacer su aparición...y segundos después es así, está ahí, con un montón de imágenes, sonidos y aromas que le acompañan, arrastrando consigo años de puntos comunes...el impulso llevaba a buscar ese pasado, encararlo y dejarlo seguir...Ahora si había una inquietud menos, ahora sí el partido era el único centro.

Y salió el equipo a la cancha...


Y se me puso la piel de gallina...Las voces se sienten más potentes, el bombo suena más fuerte, vuelan los papeles, comienza todo a transformarse en una nube de humo blanco y celeste...hay que taparse la nariz con lo que se tenga a mano, pero que importa, el espectáculo lo amerita, sin este tipo de cosas la fiesta no sería fiesta...
Y el hombre de negro da el pitazo inicial.
La suerte está hechada.
La sangre hierve.
Un empate basta.
Perder sólo por un gol nos lleva a penales.

Pero Osorio se arranca y da la primera estocada.


Estallo de alegría. Grito desaforadamente y comparto mi alegría con todo aquel que me rodea. Miro el marcador y me doy cuenta que han pasado sólo 5 minutos...sólo 5 minutos...si seguimos así ganamos lejos, pensaba aún enloquecida con el gol.


El primer tiempo transcurrió así, con el 1-0 en el bolsillo, con la Católica jugando bien, pero sin meterla adentro nuevamente. Y con el otro equipo sufriendo sin poder hilar una jugada coherente.

Estamos todos felices. Sólo restan 45 minutos para alcanzar el objetivo. Si todo sigue como hasta ahora lo que queda es un trámite.

Comienza el segundo tiempo. Tan pronto como llegó el gol de Osorio pudo haber llegado uno de Quinteros, pero se lo pierde. En el rebote, Rubio le da con todo pero el palo del arco se niega a permitir que la pelota entre en sus terrenos. De ahí surge la tragedia: sin que me haya podido dar cuenta muy bien la pelota llega al otro lado de la cancha, a los pies del 11, y la mete adentro. 1 a 1. Aún el título era nuestro, pero habían pasado recién siete minutos del segundo tiempo. El golpe era muy temprano.

Ese gol me dió rabia, pero sirvió para despertar a una hinchada que se estaba durmiendo en la seguridad de tener el título en sus manos. Hasta yo misma sentí un golpe de energía para alentar al equipo. La garganta se destrozaba intentando transmitir fuerza a los jugadores.

Pero Católica se bloqueó y los enemigos se aprovecharon, atacaron y atacaron hasta que lo consiguieron. 2-1. Derrumbe anímico total. El temor a que una vez más se concretara la oscura maldición que nos persigue me hizo derramar un par de lágrimas. No podía ser que, una vez más, un merecido título se nos escapara de esta manera. NO, ESTA VEZ NO.

Pero el equipo no levantaba y los malditos jugaban bien. Llegaban y llegaba. En cualquier momento hacían el tercero y nos arrebataban definitivamente la copa. Católica no era capaz de empatar. Yo seguía sufriendo, rogando que no llegara el maldito tercero. En ese contexto, el pitazo final es un alivio...viene la sentencia: los penales. A pesar del temor y la pena que me embargaban, no sé cómo ni por qué, no hay explicación lógica ni argumento: sólo estaba convencida de que en penales ganaríamos.

Lo que más temía es que tocara tirar en el arco que estaba hacia el lado de ellos. Eso si que sería difícil. Y de pronto, los arqueros junto al árbitro caminan en esa dirección. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, fue mi grito interior. Estaba desesperada. Convencida del triunfo, pero desesperada y aterrada.

Comienzan ellos. El guatón primero, y no falla. Maldición, la angustia se incrementa.
Se viene Conca, y casi me muero. Su cuerpo es el de un pollito, parece un niñito de 15...¿se la podrá en ese arco? Y obvio, es un grande.
Uno a uno.

Por ellos se viene Valencia: este tiene experiencia, seguro que lo mete, vamos Tati, tú puedes...pero la mete. El peso sobre nosotros nuevamente.
Le toca a Pancho Arrué: a este le tengo fe. La va a meter. Gol mierda, la metió, vamos que salimos campeones.
Dos a dos.

No sé quien se viene por ellos. Vamos Tati, atájate esta, pongámonos en ventaja, que ellos se queden con las ganas. Vamos Tati, si vos sos grande, ché...¡¡¡LA ATAJÓ!!! GRANDE TATI MIERDA, AHORA SI QUE SOMOS CAMPEONES, DEMÁS QUE NO FALLAMOS Y SOMOS CAMPEONES. Lloren en su casa arrendada...
Vamos Nacho Quinteros, seguro este la mete y quedamos en ventaja. Vamos que se puede, ya somos campeones, somos campeones...gooooooooooooooooooooooolazoooooooooooo, somos campeones, somos campeones. Sigan llorando...
Tres a dos.

Otro que no conozco, que se lo pierda, que ataje el Tati...pero la mete y sigue el suspenso.
Uf, le toca al Chapita...no sé porque pero a este no le tengo tanta fe en penales, pura intuición, ojalá me falle la intuición....me falló!!! la metió!!!! somos campeones otra vez, en su cara gueones, en su cara!!!!
Cuatro a tres.

Rivarola. Obvio que este la mete, para que sueñen un ratito más. Gol.
Se viene el Polo, obvio que este no falla...¡mierda! y si fallara justo ahora, en este momento?? Nooo, vamos Polo, vamos métela y somos campeones...vamos, vamos....GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL...
GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLL

Lágrimas que reflejan la emoción. La máxima felicidad que se pueda imaginar. El cuerpo va a estallar.



Y YA LO VES, Y YA LO VES, SOMOS CAMPEONES OTRA VEZ

Y YA LO VES, Y YA LO VES, SOMOS CAMPEONES OTRA VEZ

Todo es más reconfortante aún: no sólo somos campeones, además lo ganamos frente a los chunchos, el máximo enemigo, aún los veo llorar desde el lado norte, lloran y lloran, resignados a tener que irse porque hoy, limpia y merecidamente, la fiesta es de nosotros.

GRANDE CATÓLICA, ALCANZANDO LA NOVENA ESTRELLA

Y SIN DUDA, EL TATI HA SIDO EL MEJOR DE ESTE EQUIPO

CONCA NO SE VA

NO SE VA , NO SE VA

CONCA NO SE VA

(ESTE TAMBIÉN ES GRANDE, NO LO PUEDEN DEJAR IR)

Cuando la Cato gana el campeonato, no sólo el té y la marraqueta del desayuno al otro día son más ricos. Todo es más hermoso. El cielo es más celeste, el aire está menos contaminado, la gente es más amable, las ideas fluyen, el caos no estresa, todo se disfruta. Las rabias y las penas se convierten en alegría.

El haber estado ahí es impagable.

miércoles, diciembre 21, 2005


Y para qué te vas a ocultar, si noy hay nada para disfrazar

Y para qué te vas a complicar, si no hay nada para explicar




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Kevin Johansen

domingo, diciembre 18, 2005

Lo que quedará del fin del año 24

- Un día especial con la Matria. Sin agresiones pasivas. Con amor, con expresión, con apertura.

- Una comida directa con el Patern. Preguntando y diciendo cosas espontáneamente. Conociéndose.

- Mudras de Pedro Aznar. El objeto, la música y el gesto. Lo posible y lo imposible.

- El reloj circular.

- Los aros exclusivamente personalizados, combinados a la perfección con el elemento más admirado.



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(Uno de los temas de Mudras)

jueves, diciembre 15, 2005

Temblor grado 9

Aparición siempre igual: intespestiva, repentina, fugaz...
Siempre es lo mismo, un temblor que (sin) querer remece las cosas, que provoca a esa aparente quietud, recordando su existencia,
recordando que está ahí,
Presente.

Y siempre sorprende.
Y al parecer se sorprende,
quizás sorprende porque se sorprende.

Y desaparece así, tal como llegó...
sin siquiera anunciar su partida
Dejando los resabios de un temblor grado 9


Con posibilidad de réplicas



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3000Ans; Bajo Fondo Tango Club
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domingo, diciembre 11, 2005

al fin lo emocionante...

Después de tantos meses de espera, por fin ha llegado el día que a mí más me gusta de las elecciones.
La verdad es que toda la previa me parece una necesaria pero absoluta fomedad. Debates, franjas, propagandas, discursos, encuestas...todo eso sirve para conocer a los candidatos y ver cual de todos es el menos malo.
Pero lo mejor es EL día. Todos los canales transmitiendo desde tempranito, mostrando como va todo, las mesas constituyéndose, los que no se quieren quedar de vocal, los detenidos por no resignarse a la imposición anterior...no falta el que no puede votar porque según el registro electoral está muerto...Un sin fin de anécdotas que se repiten elección tras elección pero como le pasan a gente común y corrientemente verdadera me parece muchísimo más entretenido que las palabras al viento de los candidatos.
Ahora, lo más, más emocionante, lo que espero en cada elección es ese momento que empieza a llegar como a las 4 de la tarde: los más alentados que llegaron tempranito a constituir sus mesas las cierran y empiezan a ¡contar los votos!. Aún no encuentro una explicación lógica a mi extraño gusto por este acontecimiento, pero lo disfruto demasiado, desde siempre (bueno, desde el si y el no en realidad, antes que...antes nada). Y bueno, me quedo pegada, hasta anoto cosas a veces y comparo y en realidad no tiene ninguna utilidad hacerlo, pero me divierte.
Y hoy me divertí viendo a Israel retando a los periodistas de Mega (que él cree que son sus periodistas) porque no le daban los votos nulos y blancos o le daban votos de mesas que ya habían dicho antes. También me divertí viendo a Correa Sutil dando los escrutinios oficiales porque leía durante más de 20 minutos sin parar y no tomaba agua (¡maestro!). Y ya me ataqué de risa cuando Lavín, en el discurso en que reconoció su derrota y dijo que iría a apoyar a Piñera (ja!) dijo por 857.238(ava) vez que hace 6 años atrás estuvo A PUNTO de ser presidente...

viernes, diciembre 09, 2005

PSU: desde el otro lado de la sala

El lunes y martes de esta semana se desarrolló, una vez más, la etapa "más importante" del proceso de ingreso a las universidades chilenas: el momento en que miles de jóvenes se sientan en el banco de una sala de algún colegio o liceo ubicado en la comuna que hayan elegido, y rinden la PSU (Prueba de Selección Universitaria), "amable" instrumento que se encarga de dirimir entre muchos, quienes son los pocos que tienen las "capacidades" necesarias para llegar a ser un buen profesional, mereciendo ingresar a la Universidad.
En la época en que a mí me tocó pasar por este proceso ni siquiera se llamaba PSU, sino PAA (Prueba de APTITUD Académica). Pero ahora, por segundo año consecutivo, me toca vivir esta historia desde otro banco: el del examinador.
Para empezar, no sé porque uno, sólo por el hecho de estar parado al frente, leyendo instrucciones, mirando que marquen bien los circulitos, que no tengan calculadora, que se sienten donde les corresponde, indicando cuando se pueden ir, verificando que entreguen el cuadernillo y la hoja de respuestas, es llamado "examinador"...¿examinador de qué? ¿de que todo vaya bien en la sala? supongo...
Bueno, la cosa es que ya he tenido dos experiencias como "examinadora" y las dos han sido "todo un mundo", como dice alguien por ahí...
El año pasado me tocó en un liceo del "barrio alto" donde llegaron casi puros niñitos y niñitas lindas. Esa vez fue más divertido que ahora, porque me tocó un grupo que era una verdadera fauna marina de gente dando la famosa prueba, desde una niña que dió TODAS las pruebas con una foto de San Expedito al lado, pasando por una gótica que con casi 40 grados de calor, cayendo los patos asados, anadaba con unas botas hasta la rodilla...también hubo otro que preguntó TODO, hasta que significa DEMRE...y otra cuiquilla que me retó porque al pasar la lista siempre la nombré como "María" (su primer nombre) y me exigió que la llamara por su segundo nombre (imagino que llamarse María debe ser un ataque al status), obviamente la seguí llamando María, con mayor ímpetu que antes.
Esa vez, yo fuí la co-examinadora de la sala. La "examinadora a cargo" era una profesora de Lenguaje y Comunicación (como le llaman ahora al antiguo "Castellano"), hacía clases en Enseñanza Media, y lo más curioso fue que no supo responderme una pregunta que salía en la prueba de Lenguaje...o sea, me trató de engrupir, pero no lo logró...
Y este año me tocó en un colegio también de barrio alto (no tanto como el año pasado, por lo menos hasta llegué en metro, en la nueva línea 4), pero los "examinados" eran más normales. Y esta vez mi posición era otra: por la experiencia adquirida el año pasado ahora era yo la "examinadora a cargo" de la sala, y tuve que firmar las actas y esas cosas. Además, tuve un co-examinador que era un profe de artes visuales, no tan viejo, pero harto mayor que yo...era raro ser "la jefa".
A pesar de estar en un colegio inglesamente caro, el ambiente no era muy agradable. Las salas eran enanas, estábamos todos hacinados. Los bancos eran bajitos, los pobres grandotes no sé muy bien como lo hicieron con sus largas piernas. Yo en el banco de la "examinadora" estaba pegada a un pobre niño que le tocó dar todas sus pruebas conmigo ahí al frente, porque yo no tenía ninguna posibilidad de correr mi mesa, ¡no tenía espacio!. De vez en cuando trataba de darme unas vueltas por la sala, para que estuviera más tranquilo, pero hasta eso era tormentoso...los pasillos que quedaban entre los asientos eran enanos.
Lo más rarífico que me tocó este año fue ver lo codiciado que era uno de los lolos, hasta niñas que daban la prueba en otra sala me iban a preguntar por él...y no digamos que era un Brad Pitt, pero tenía el estilo del adolescente popular: casualmente a la moda (con piercing incluído), un poco desgreñado y con actitud de indiferencia ante el mundo.
Lo otro anecdótico fue que uno se quedó dormido en plena prueba de lenguaje, no sé cuanto rato habrá perdido el pobre, pero por lo menos cuando nos dimos cuenta, lo despertamos.
Lo más impresionante si fue ver como había gente que entregaba las pruebas como con 5 preguntas respondidas. ¿Alcanzará para 100 puntos con eso?
Y obvio que no faltaron los ñoños que insistieron hasta el final. La situación más terrorífica la viví el lunes, en la prueba de ciencias, que duraba casi tres horas. El tiempo máximo se cumplía a las 5 de la tarde, pero ya a las 15:45 quedaron dos alumnos...¡sí, sólo dos!, en ese momento pensé: -¡genial! ¡estos se van en unos diez minutos y me puedo ir luego para mi casa!, pero nada...se quedaron ahí, pegados a la silla, revisando una y otra vez sus respuestas, hasta que dieron las 5 y tuve que decirles que se acababa el tiempo. ¡Malditos! (jajaja). Ojalá que por lo menos esa demora se les traduzca en buenos puntajes.
Lo común entre las dos experiencias es el indudable nerviosismo de los postulantes. Se les nota urgidos en las pruebas, se mueven harto, algunos hasta se les nota que les duele la guata. Otros tiritan de una forma...si hasta llegaron a saltar exageradamente cuando en la prueba de matemáticas les dije: -¡quedan cinco minutos!-. Fue impresionante... Incluso en otra sala hubo una niña que se desmayó.
Y al fin se terminó. Por lo menos para mí, con una buena paga.
Para ellos aún queda saber cómo les fue y si podrán cumplir con el "sueño" de entrar a la Universidad.

sábado, diciembre 03, 2005

conversaciones sobre blogs (I)

Caminando por los pasillos de una ong...

- Está hermoso tu relato, ya quisiera yo que alguien me escriba algo así...-

- ¿En serio te gustó? Tengo varias cosas así, había pensado no sé...ponerlas en tu blog o no sé...-

- ¿Y por qué no te haces tu propio blog?-

- Mira, la verdad, no te vayas a ofender por lo que voy a decir, pero pienso que los blogs son de loosers, menos el tuyo por supuesto, el tuyo es el único que leo-

- Jajaja (en realidad, una explosión de risa). Si oh...igual tendrías que hacerte un blog y escribir tus cosas-

-Ya, pero me tienes que ayudar porque no cacho nada de eso-

-Ya, después lo vemos-

viernes, diciembre 02, 2005

Duelo

Sólo quiero expresar el profundo dolor que me embarga por la derrota de hoy de la Católica, que se traduce en que no pasó a la final de la copa sudamericana.
Lo escribo acá porque es lo que siento en este momento.
Sólo se aceptan comentarios como "ayudándote a sentir" o algo así, queda prohibido molestar.

jueves, diciembre 01, 2005

polis y las lentejas

Polis está en la cocina, disfrutando pacientemente del acto de limpiar las lentejas traídas desde el campo-sur hace algún tiempo. Mientras las limpia, piensa varias cosas.

En lo ricas que van a quedar, y que quedarían aún más ricas si le agregan pancetas, sobre todo esas especiales que compra Poedi. Pero también piensa que a pesar de eso, nada iguala las lentejas con papas y arroz, todo en su justa medida, preparadas por María.

Quizás por eso le costó tanto terminar con estas lentejas, porque fue María quien se las regaló.
Y mientras piensa, disfruta la música que a todo volumen escucha Poedi.

Poedi está al otro lado del muro, sentado en su sofá rojo, con el ventanal de la terraza cerrado, oyendo Nino Bravo seguido por Raphael...

Polis piensa: ¿en qué estará Poedi? ¿en que estará pensando?

Y sigue disfrutando su labor de limpiar lentejas.

Observa las diferencias entre ellas: algunas son más verdosas, otras bien café, algunas más arrugadas que otras (¿sufren los efectos del envejecimiento?), algunas son lunáticas, -como yo- piensa Polis. También recuerda el laboratorio de biología, la unidad de genética, cuando había que distribuir las cosas según sus características...

(Yo soy aquél, escucha Poedi)

Y Polis es atacada por su obsesividad extraña, y vuelve a mirar unas cuantas veces las lentejas, las revuelve para cerciorarse de que nada de mugre se le ha pasado.

Y se acaban las lentejas del campo-sur obsequiadas por María. Que lindo recordar cuanto ama a María.

Procede a cubrir las lentejas con agua y se encarga de hundir con su propia mano a aquellas que han quedado flotando. Sólo por gusto.

Traspasa el muro, pero se instala al otro lado del ventanal.

(Y cómo es él, escucha serio Poedi)

Mira a Poedi y le sube la ceja.
Él sólo la mira un segundo.
Luego mira al horizonte.

Y pensar que todo esto dura tan sólo unos minutos.
Quizás menos de los que dura este relato.

Mientras, las lentejas se inflan y se desollejan en el agua...