miércoles, noviembre 02, 2005

Contraindicación

A propósito de una conversación.
¿Hay cosas que uno puede hacer ciertos días, a ciertas horas y no en otro momento?
Me refiero a cosas "sencillas", como compartir una copa de vino.
Mi opinión era que no. Una copa de vino se pude disfrutar a cualquier día, a cualquier hora, en cualquier lugar; mucho más si es en compañía de una buena conversación. Pero después (como suelo hacer) lo pensé mejor y me dí cuenta que no.
No he hecho la prueba, pero no debe ser muy agradable tomar una copa de vino antes o durante el desayuno. Desde que uno se despierta hasta la hora de almuerzo, la copa de vino está contraindicada. De ahí en adelante se disfruta. Cualquier día, a cualquier hora, en cualquier lugar.
Sin excesos.
El exceso satura.

Coplas del vino

Nervioso, pero sin duelo
a toda la concurrencia
por la mala voz suplico
perdón y condescendencia.

Con mi cara de ataúd
y mis mariposas viejas
yo también me hago presente
en esta solemne fiesta.

¿Hay algo, pregunto yo
más noble que una botella
de vino bien conversado
entre dos almas gemelas?
El vino tiene un poder
que admira y que desconcierta
transmuta la nieve en fuego
y al fuego lo vuelve piedra.

Nicanor Parra